En el Departamento del Tarn, en la región francesa de Occitania, se encuentra una de las ciudades más bonitas de Francia, la histórica Albi, famosa por su espectacular catedral de ladrillo y por haber sido la ciudad que vio nacer a Toulouse-Lautrec.
En este mismo departamento se encuentra Cordes-sur-Ciel, que en muchas guías aparece como el pueblo más bonito de Francia. Y posiblemente así sea, porque el encanto de este pueblo es muy difícil describirlo con unas pocas palabras por lo que lo mejor es visitarlo.
Te contamos qué ver en Albi, una ciudad muy importante en la historia de Francia, que no te dejará indiferente.
Lo mejor que ver en Albi
El Casco Histórico de Albi
La llamada Ciudad Episcopal, que es la zona que se encuentra alrededor de la Catedral de Santa Cecilia, incluyendo esta, fue declarada Patrimonio de la Humanidad en 2010.
Y es sin duda, un lugar que es imprescindible visitar perdiéndote por sus calles, disfrutando de su ambiente y admirando sus bonitas casas.
El ladrillo es la seña de identidad de Albi. Es lo que le da esa tonalidad roja a la ciudad y que la hace tan especial. De este material son sus dos principales puntos de interés, la Catedral de Santa Cecilia y el Palacio de la Berbie.
En la Ciudad Episcopal además podemos ver otras maravillas como el distrito de Castelviel y sus casas medievales de madera, la Maison de Vieil Alby que es una de las casas más bonitas del casco histórico medieval, o la Colegiata de Saint Salvi.
La Catedral de Santa Cecilia
La Catedral de Santa Cecilia es sin duda el monumento más importante que ver en Albi. Se trata de la mayor catedral de ladrillo del mundo y su belleza e historia son incomparables.
La mejor vista de la catedral se tiene desde la otra orilla del Río Tarn o cruzando alguno de sus puentes, por ejemplo el Pont Veux, uno de los más antiguos de Francia. Pero estar a sus pies tras visitar las bonitas callejuelas de Albi es algo que te deja sin palabras.
La Catedral de Santa Cecilia tiene aspecto de fortaleza con una altísima torre-campanario de 78 metros que se alza al cielo desde 1492 aunque la construcción de la catedral comenzó dos siglos antes.
El interior de la Catedral de Santa Cecilia es también impresionante destacando las pinturas murales de las columnas y el techo, además del órgano que hay sobre su altar, así como el Coro, sin duda el gran atractivo de la catedral.
El Palacio de la Berbie. El Museo Toulouse-Lautrec
Situado junto a la Catedral de Santa Cecilia, el Palacio de la Berbie es el otro gran punto de interés de Albi.
Se trata de una antigua fortaleza construida en el siglo XIII, también de ladrillo, que fue sede del obispado de la ciudad. El palacio episcopal fue posteriormente reconvertido en fortaleza y hasta fue sede de la Inquisición para luchar contra los herejes cátaros.
Actualmente es la sede del Museo Toulouse-Lautrec y en él se encuentran algunas de las obras del extravagante artista. Si eres un amante de la obra de Toulouse Lautrec debes visitar este museo y disfrutar.
Puedes encontrar más información en la página oficial del Museo Toulouse-Lautrec, la página de la Catedral de Santa Cecilia y en la oficina de turismo de Albi.
- Un viaje por la historia de Gijón: Descubriendo Cimavilla paso a paso - enero 20, 2025
- Qué ver en Gijón en un día. Un paseo memorable en familia - enero 10, 2025
- Visitar Aínsa como si estuvieras en el siglo XI - diciembre 21, 2024